BIOGRAFÍA
Leyla Bouzid (directora, guionista) nació en 1984 en Túnez, donde creció. En 2003, viajó a París para estudiar literatura francesa en la Sorbona y luego se incorporó al departamento de Dirección de La Fémis.
Después de varios cortometrajes premiados, Leyla dirigió en 2015 su primer largometraje, Al abrir mis ojos. La película se presentó en la 72 edición del Festival de Cine de Venecia, antes de ganar más de cuarenta premios internacionales y lograr el éxito durante su estreno simultáneo en salas de cine en Francia y Túnez.
Una historia de amor y de deseo es su segundo largometraje.
FILMOGRAFÍA
2021 Une histoire d’amour et de désir (Una historia de amor y de deseo), largometraje de ficción
2015 À peine j’ouvre les yeux (Al abrir mis ojos), largometraje de ficción
2014 Zakaria, cortometraje
2013 Gamine, cortometraje
2012 Mkhobbi Fi Kobba, cortometraje
2010 Un ange passe, cortometraje
COMENTARIO DE LA DIRECTORA
Cuando eres una mujer directora, tienes la impresión de que no hace falta que cuentes historias de mujeres. Hay una especie de simplificación, como si una mujer sólo pudiera contar una historia femenina, lo cual es absurdo. En este caso, he querido mirar y filmar a un joven que experimenta sus primeras emociones, y asumir que no le conozco del todo, asumir ese lado misterioso que se me escapa.
Mi objetivo era mostrar a un joven y tímido que tiene dificultades para abrazar el amor al máximo mientras lucha con todas sus fuerzas para resistir su abrumador deseo. Sentí la necesidad de explorar la intimidad de Ahmed, un joven de origen argelino y que creció en los suburbios parisinos. Pensé que sus reticencias tenían resonancias con este territorio periférico donde el amor a menudo se junta con verdades que no se dicen. En un momento en que prevalece la imagen de la masculinidad extrema, quise traer a la palestra la fragilidad masculina y darle importancia a la sexualidad masculina.
La mirada masculina sobre el cuerpo femenino está siempre presente en la historia del arte. Pero la mirada femenina sobre el cuerpo masculino no es algo habitual. Con esta película quería ofrecer una y convertirla en una oda a los deseos de la carne, una llamada al amor. Con el director de fotografía, buscamos una escenografía ligeramente erótica y pensé mucho en La lección de piano de Jane Campion y en los cuadros de Schiele con la idea de erotizar el cuerpo masculino e impregnar toda la película de sensualidad.