COMENTARIOS DEL DIRECTOR

Este drama histórico ayuda a enfatizar y recordar tanto la solidaridad como la tensión a través del Océano Índico que desafía las barreras raciales, de género y de clase generadas por el estado colonial y postcolonial. El amor es político en Tira y afloja y me interesa mostrar cómo se libera de las limitaciones del colonialismo.

No existen películas tanzanas de época, y menos aún una realizada en Zanzíbar, así que Tira y afloja es la primera. Las imágenes de playas blancas y palacios de «sultanes» inundan nuestras pantallas al promocionar un sereno destino turístico que impone una identidad diversa a la del pueblo zanzibari. El turismo sigue engullendo al pueblo y asfixiando la cultura local. Nuestras imágenes deben resistir. Nuestras imágenes deben amar. El amor está en juego si no resistimos y, como dijo el Che: «un verdadero revolucionario se guía por un gran sentimiento de amor». Mi película nos recuerda el poder del amor durante la resistencia política. Contar una historia desde un solo punto de vista es imposible, de ahí mi elección de contar con un abanico de personajes en Tira y afloja para representar la verdadera estructura social de Zanzíbar.

Ninguna cultura, incluida la de Tanzania, es homogénea. Todas las culturas tienen luchas internas, lugares de conflicto y agentes de cambio. La cultura es un lugar de liberación, pero ahora se hace referencia a ella como un acontecimiento que debe quedar grabado en piedra e intacto. En Tira y afloja somos testigos de cómo el amor prohibido actúa como resistencia social al autoritarismo que se manifiesta en el estado colonial paternalista. Los zanzibarianos que viven en los márgenes de la sociedad nacen en una cultura de lucha, sin embargo, no ha habido ninguna representación de estas contradicciones en el cine convencional tanzano, y esto es lo que me gustaría conseguir con esta película.