COMENTARIOS DE LA DIRECTORA 

Como cineasta, me atrajo la idea de hacer una película sobre este concurso, el All Africa, que es mucho más que una competición. En los últimos 30 años se ha convertido en una tradición panafricana fundamental en la que, cada año, estudiantes de Derecho, académicos y profesionales de los derechos humanos se reúnen en un país africano distinto para ocuparse de asuntos contemporáneos urgentes y emprender acciones cooperativas. Lo que me atrae es la idea de que jóvenes de todo el continente se reúnan para dar continuidad a ideales que quizá no estén tan en boga en la actualidad.

Para el casting, nos propusimos algunos principios rectores. Uno era la «variedad geográfica», ya que la gente venía de distintas regiones del continente a competir. En segundo lugar, esperábamos encontrar personajes que tuvieran al menos algún tipo de relación personal con las cuestiones planteadas en la moción (refugiados y LGBQTI). En tercer lugar, consideramos ideal que la película tuviera personajes diversos en cuanto a estilo, carácter y tono personal. Y también que podría ser útil centrarse en personajes que procedieran de países en los que los temas de los refugiados y la migración estuvieran en el punto de mira. Por último, y lo que es más importante, queríamos seguir la trayectoria de los posibles ganadores, algo muy difícil, ya que son impredecibles de un año a otro. 

En este momento histórico, el sistema mundial de derechos humanos está sometido a fuertes tensiones por haber fallado a demasiada gente, al haberse usado como instrumento de guerra. Algunos creen que no está de moda y la consideran una pieza más del engranaje del capitalismo liberal, que reclama la supremacía moral sin ofrecer una justicia real. Hay trabajo urgente pendiente para revitalizar los sistemas si queremos que sigan siendo relevantes y cumplan sus promesas. Dicho esto, después de pasar un rato con los estudiantes en la competición, me siento realmente esperanzada.