SANA NA N’HADA

BIOGRAFÍA

Sana Na N’Hada nació en Guinea-Bissau en 1950. Enviado a Cuba por el líder revolucionario Amílcar Cabral con otros cuatro aprendices de cineasta, estudió en el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficas. A su regreso a Guinea, filmó la guerra de independencia. A partir de entonces, su cine se irá configurando entre el recuerdo de la ocupación portuguesa, la lucha por la independencia y una meditación sobre la destrucción de las sociedades tradicionales de Guinea-Bissau, y con ellas, un modelo ecológico en el que el hombre acepta los poderes de una naturaleza a la que sabe que pertenece. Nome fue su regreso a Cannes después de 30 años, ya que su película Xime se presentó en la Sección Oficial de Un Certain Regard en 1994.

DECLARACIONES DEL DIRECTOR

Nome es mi tercer largometraje de ficción. Antes había hecho sobre todo documentales.
Nome forma parte de un tríptico que quería hacer sobre la guerra. Xime (1994) era la primera parte y se centraba en el destino de una familia guineana cuyo entorno dio un vuelco con la guerra. La segunda película debía tratar de lo que sufrieron los guineanos durante el conflicto, pero este proyecto nunca llegó a materializarse. Nome es una especie de síntesis de lo que ocurrió durante y después de la guerra. Tenía entre 15 y 16 años cuando fui reclutado por la guerrilla para un curso de enfermería. La realidad de lo que fue la guerra nunca se puede plasmar, porque dio lugar a tantas historias, a menudo terribles. La ficción me permitió reunir muchas personas y acontecimientos diferentes. Raci es mi infancia, Cuta es como una de mis tías de la que se decía que tenía poderes clarividentes. Quiti también soy yo durante la guerra, cuando me encargaba de transportar y tratar a los soldados. Nome es una película coral, y a través de estos personajes he podido hacer un retrato de la sociedad guineana mientras suceden varias cosas al mismo tiempo.

Nome es un homónimo. Es una forma de decir que la guerra era cosa de todos. Es el nombre de todos los que se unieron a la guerrilla. Veníamos de todo el país. Había pescadores, ganaderos, agricultores, etc. Toda la sociedad participó en esta lucha. Aunque después, desgraciadamente, abandonamos el país a unos pocos empresarios. Amílcar Cabral nos unió y dio a la lucha un alcance noble. Creía en la unidad. Su muerte fue el toque de difuntos. Después de la independencia vinieron las guerras civiles. La agricultura, la sanidad… todo se vino abajo.