SHAMIRA RAPHAËLA

BIOGRAFÍA

Shamira Raphaëla es una directora bi-racial (madre holandesa y padre de Curaçao) que vive en Rotterdam. Creció en Aruba, donde estudió bachillerato y se trasladó a los Países Bajos para licenciarse en Artes Audiovisuales (Artez academy of Art & Design). Su primer documental Deal With It (2015), una cruda historia personal sobre patrones familiares destructivos y amor incondicional, ganó múltiples premios internacionales. Lenno & the Angelfish, sobre un niño con problemas de conducta, ganó el premio al mejor documental infantil en IDFA 2017 y el premio al mejor documental infantil europeo (Asociación Europea de Cine Infantil – Berlinale 2019). Daddy and the Warlord (2019), la búsqueda de respuestas de una hija en una Liberia desgarrada por la posguerra, recibió el premio cinematográfico más prestigioso de Holanda, el Becerro de Oro, en el Festival de Cine de los Países Bajos. Shamira es miembro de la junta de la academia holandesa de cine, programadora de cortometrajes en el IFFR y lanzó con Tessa Boermans framing of us en Idfa 2020 con el objetivo de descolonizar la industria documental.

DECLARACIONES DEL DIRECTOR

La película está ambientada en una “barriada”, pero se aleja conscientemente de la narrativa externa dominante de la vida en los barrios marginales, sin retratos de victimismo, sin pornografía de la pobreza, sin imágenes sombrías. En cambio, en esta película se ve el mundo a través de los ojos de Shabu.

Yo misma procedo de una diáspora marginada y realicé un documental sobre ella, Deal With It (2014), que mostraba el desafortunado lado oscuro del legado inmigrante: una familia caribeña sumida en las drogas y la delincuencia. Con esta película, Shabu, me sentí obligada a mostrar la otra cara de nuestra comunidad: familias felices y cariñosas, padres afectuosos, amistades sólidas, vecinos solidarios, sueños y aspiraciones, normalidad. Una película llena de amor, luz y alegría, a pesar del duro telón de fondo. Una película donde a los chicos se les permite llorar y ser vulnerables con Shabu predicando con el ejemplo. A pesar de su envidiable confianza en sí mismo tiene una caída durante el verano en la que debe aceptar que puede que no lo sepa todo. Ya no es un niño, pero aún no es un hombre. En nuestra sociedad, los chicos negros son estereotipados con demasiada frecuencia, con todas las consecuencias que ello conlleva. Esta película pretende contrarrestarlo con una perspectiva diferente.

Mi intención era hacer una película dirigida a niños mayores de 10 años, pero que también pueda ser disfrutada por un público de más edad, ya que ver una película juntos puede ser una experiencia de unión y punto de partida para una conversación posterior.