BIOGRAFÍA
Nada Riyadh es una cineasta egipcia. Su primer largometraje documental, Happily Ever After, dirigido con Ayman El Amir, se estrenó en el IDFA 2016. Su cortometraje de ficción, The Trap, fue seleccionado para la competición oficial de La Semaine de la Critique (Cannes 2019). Es ex alumna de varios programas internacionales de cine, como La Fabrique de Cannes, Next Step Program La Semaine de la Critique, Berlinale talents, American Film Showcase y Film Independent.
Ayman El Amir es un cineasta egipcio. Su trabajo reciente incluye la dirección, con Nada Riyadh, del largometraje documental, Happily Ever After, estrenado en IDFA 2016 y la producción del cortometraje de ficción, The Trap, seleccionado para La Semaine de la Critique (Cannes 2019). Ha trabajado como consultor de guiones para muchos laboratorios e institutos, como TorinoFilmLab, Doha Film Institute, Marrakesh Atlas Atelier, DW Academy y Full Circle Lab. The Brink of Dreams es estreno nacional en AFRIKALDIA.
DECLARACIONES DE LOS DIRECTORES
En The Brink of Dreams nos encontramos con un grupo de mujeres jóvenes que intentan construir una comunidad propia, y que se enfrentan a una lucha interna entre vivir con autenticidad y adherirse al statu quo, un reto al que muchos se enfrentan cuando no encajan en las normas preconcebidas. Las protagonistas están en un viaje de autodescubrimiento, que revela tanto sobre ellas mismas como sobre las antiguas tradiciones que han alimentado la cultura de su encantador pero estancado pueblo, y también sobre el mundo que existe más allá de sus fronteras. En ese contexto particular, el pueblo de Barsha se convierte en un microcosmos relevante, no sólo para la sociedad egipcia, sino para la vida en general. Lo fascinante de estas adolescentes es su desconocimiento y su total desprecio de las restricciones familiares, sociales, religiosas y económicas, mientras la cámara mantiene en los límites de su encuadre el miedo y las restricciones que esas chicas se niegan a reconocer. Característico de la adolescencia, cuando una persona cree en sus sueños tan fielmente que su creencia trasciende su realidad. Pero a medida que crecen, las frustraciones, las dudas y los deseos de estas chicas empiezan a colarse en el centro del encuadre, obligándolas a buscar su propia identidad. En esta historia de madurez, nos centramos en unas niñas que emanan fuerza, resistencia, inteligencia, valentía y amor mutuo. En nuestra cultura moderna, que tiende a fetichizar la ingenuidad juvenil, a pretender que la vida transcurre en un movimiento lineal que va de la inocencia abierta de la juventud a la experiencia hastiada, la historia de las chicas contrarresta ese fetiche. Profundizar en sus vidas revela la complejidad de convertirse en mujer en las sociedades actuales. Una mezcla de sueños desmesurados, chequeos de la realidad, culpabilidad y añoranza de la infancia… La estética de la película tiene que imitar ese intrincado viaje trascendiendo el género y la forma. Esto nos permite explorar la frontera entre tragedia y libertad, control y sumisión, verdad y mentira, y las limitaciones y el poder del cine.